Podríamos decir que nuestro cuerpo humano funciona
como el de una maquina, cada órgano con su función concreta hace que las
personas funcionemos como se nos conoce, podríamos comparar el corazón con el
motor de una maquina, la sangre con la gasolina, las arterias, venas y
capilares con un circuito eléctrico…
El video que os dejo a continuación es obra de Henning
M. Lederer y David Indge, que se han basado en las famosas ilustraciones de Fritz
Kahn: “Man Machine”, un ginecólogo
que plasmó en forma de arte su particular forma de ver al cuerpo humano como
una inmensa máquina, aunque en realidad es al revés, son las máquinas las que
suelen estar basadas en el funcionamiento del cuerpo humano o de los procesos
naturales.
Pero… ¿Qué nos diferencia de una máquina? Pues el cuerpo
humano es mucho más complejo, ya que hay un órgano que no se puede introducir
en una máquina: el cerebro.
Gracias al cerebro somos capaces de sentir, querer,
reaccionar, pensar, recordar y eso precisamente es lo que nos hace ser humanos.
El cerebro a través de células especializadas llamadas neuronas y mediante
millones de señales eléctricas hace que mente y cuerpo se fusionen
creando el centro de operaciones más excepcional del mundo. El cerebro guía,
vigila, y da órdenes a nuestro cuerpo para que nos comportemos y seamos quienes
somos. Gracias al cerebro cada “máquina humana” se comporta de un modo
diferente, creando su propia conducta.